En la reunión del Concejo del lunes 15 de julio, el “City Council” (Concejo Deliberante) aprobó por unanimidad una resolución afirmando el apoyo a las granjas y negocios agrícolas de Petaluma y oponiéndose a la Medida J.
La Medida J es un proyecto de ley que aparecerá en la boleta electoral de noviembre de 2024 y que está diseñado para prohibir las Operaciones Concentradas de Alimentación Animal (CAFOs, por sus siglas en inglés) de cualquier tamaño en el Condado de Sonoma. Fue iniciado por un grupo con sede en Berkeley llamado Direct Action Everywhere.
La Ciudad se opone a la Medida J, tanto por la profunda y rica herencia agrícola del Condado de Sonoma como por el papel crucial que la agricultura aún desempeña en nuestra economía y nuestra vida diaria. Hoy en día, la agricultura del condado de Sonoma representa una importante actividad económica y producción de alimentos para la región. El condado de Sonoma alberga 50 lecherías, el 84% de ellas certificadas como orgánicas, que ordeñan un promedio de 350 vacas y comprenden casi el 41% de las lecherías orgánicas certificadas y del ganado lechero maduro orgánico certificado de California.
Nuestros rebaños lecheros producen 42,4 millones de galones de leche anualmente valorados en $114 millones, con el condado de Sonoma produciendo el 13% del volumen nacional de leche orgánica en 2022, y valores anuales producidos de casi $33 millones en aves, $30 millones en huevos, $20 millones en ganado vacuno y terneros, y $5 millones en ovinos, siendo la producción ganadera y avícola responsable por sí sola de $418 millones de producción total, $80 millones de ingresos laborales y casi 1.400 puestos de trabajo al año.
Si bien los defensores de la medida afirman que protegería el bienestar animal y las pequeñas granjas familiares, el lenguaje de la medida en realidad haría prácticamente imposible la producción lechera y avícola a cualquier escala. Una de las formas en que la medida define una CAFO es cualquier granja que mantenga animales en establos o confinados durante 45 días o más durante un período de 12 meses. Sin embargo, según la Oficina Agrícola del Condado de Sonoma, “incluso las lecherías orgánicas basadas en pastos pueden ser designadas como CAFO en el sentido de que albergan a sus animales en los meses de invierno para ofrecerles lecho, alojamiento y alimentos limpios y secos a los animales, al mismo tiempo que garantizan la protección de la salud del suelo y de los pastos”.
La medida establece que protegerá el medio ambiente. Sin embargo, las granjas lecheras y avícolas del condado de Sonoma ya están obligadas a seguir los estándares de cuidado animal del Programa Orgánico Nacional o programas de certificación de bienestar de terceros y cumplir con la Proposición 12 que especifica espacios mínimos para granjas de gallinas ponedoras, terneras y cerdos reproductores.
Al mismo tiempo, las lecherías del condado de Sonoma no se consideran fuentes puntuales de contaminación y están reguladas por las Juntas Regionales de Control de Calidad del Agua de la Costa Norte y la Bahía de San Francisco. Eso significa que ya están sujetos a regulaciones que prohíben la contaminación y especifican estándares de calidad del agua que las lecherías deben cumplir. Y si las lecherías locales ya no figuraran en el panorama, los residentes del condado de Sonoma tendrían que comprar productos transportados en camiones desde otros lugares, lo que aumentaría las emisiones de gases de efecto invernadero provenientes del transporte interestatal.
La Medida J también cuenta con la oposición del Distrito Agrícola y de Espacios Abiertos del Condado de Sonoma (“Sonoma County Agricultural and Open Space District”), que ha protegido siete de las ocho granjas que podrían verse afectadas por esta legislación. La organización dice: “Nuestro propósito de conservación no se realizará plenamente si la producción agrícola ya no es viable en estas propiedades. Además, Ag+ Open Space ha conservado menos del 15% de los pastizales en el condado de Sonoma. Los pastizales restantes están más amenazados por la subdivisión y el desarrollo cuando la agricultura ya no es posible”.
Si se aprobara la Medida J, la Junta de Desarrollo Económico del Condado de Sonoma estima que resultaría en la pérdida de $259 millones en productos agrícolas y disminuiría el gasto en nuestra comunidad en alrededor de $38 millones. El impacto de la pérdida de nuestras lecherías y granjas se sentiría no sólo en el condado de Sonoma, sino en todo California y Estados Unidos.
Lea el texto completo de la Resolución aprobada en la reunión del “City Council” (Concejo Deliberante) del 15 de julio de 2024 y los documentos de respaldo, incluyendo el informe del personal y el Análisis de Desarrollo Económico del Condado de Sonoma sobre los impactos potenciales de la Medida J, haciendo clic AQUÍ.